La era del láser – Liposucción asistida con Láser

Horas en el gimnasio, dietas que sólo te dejan con más hambre y cientos de abdominales y aún no ves los resultados que quisieras, el rollito y la pancita siguen ahí y la grasa localizada pareciera que no se ha reducido ni un centímetro. Lo único que has logrado sentir hasta ese momento es cansancio y frustración.

Pensar en realizarse una liposucción, ha pasado por tu mente, pero consideras que el tiempo post operatorio no combina con tus actividades, que los costos quizás son altos para el presupuesto que manejas y si, tienes cierto temor, por desconocimiento, de que algo falle en la mesa de operaciones.

La ciencia y la tecnología han avanzado mucho y entre los muchos tratamientos no invasivos como la vacumterapia, criolipolisis, ondas rusas, entre otras, la liposucción láser o simplemente lipoláser, es considerada una de las mejores alternativas para las personas que buscan deshacerse de la grasa localizada, sin que esto signifique descansos post operatorios prolongados, mayor presupuesto o algún tipo de riesgo lamentable.

¿Pero en qué consiste este tipo de tratamiento?

La lipoláser también conocida como “Láser Lipólisis”, ha probado ser una forma práctica y segura de reducir excesos de grasa en áreas difíciles de moldear con ejercicio.

En este proceso, la energía lumínica se convierte en energía calórica al ser absorbida por la grasa. Los adipocitos al absorber la energía, se expanden y se rompen produciendo una emulsión grasa, que es eliminada por el cuerpo a través de órganos como los riñones y el hígado o puede ser extraída directamente del cuerpo.

Una de las ventajas de este procedimiento es la pronta recuperación. Al día, siguiente el paciente puede ir a trabajar (al menos que su trabajo implique mucho esfuerzo físico)

El paciente debe seguir las indicaciones del post operatorio, con respecto a los cuidados que indique el cirujano plástico. La mayoría de personas que se han sometido a este procedimiento, mencionan no presentar dolor o algún tipo de molestia.

“La operación con láser y la tradicional tienen algunas similitudes. En ambas se inyecta una solución en la grasa para entumecer la zona y contraer los vasos sanguíneos de la región (para reducir la pérdida de sangre), una vez anestesiada esta zona, se procede a realizar una incisión de no más de una décima parte de una pulgada (unos 2.5 mm)”, indica la Dra. Cecilia Zavaleta, Cirujana Plástica de Ciruderm.

“Los médicos utilizamos un láser con una longitud de onda diferente, que es absorbida por las células de la piel, creando una “quemadura artificial” que le dice al cuerpo que libere el colágeno de esa zona, provocando el encogimiento de la piel” explica la doctora.

¿Qué diferencia a este procedimiento de la lipoescultura tradicional?

La liposucción tradicional conlleva la absorción de la grasa en estado sólido donde se usa una cánula de metal quirúrgica de aspiración, en cambio la liposucción asistida por láser, funde la grasa con un láser antes de aspirarla con la cánula, lo que facilita el procedimiento y, por ende, el tiempo de recuperación.

“Como médico ¿qué recomendaría yo a los pacientes que quieren hacerse este procedimiento?, lo principal, es que el paciente tiene que saber, que este tipo de procedimiento lo debe realizar un especialista en cirugía plástica , porque el láser hace que la piel alcance altas temperaturas, que pueden causar quemaduras y cicatrices, si no se usa correctamente y que el proceso de recuperación sea seguido por el mismo médico, sólo así se lograrán los resultados deseados y sin mayores problemas”, puntualiza la Doctora Cecilia Zavaleta Caja.