Qué es la Psoriasis y cómo tratarla
La psoriasis es una enfermedad crónica, de carácter inflamatorio que consiste en crecimiento a un ritmo acelerado de las células cutáneas, esto trae como consecuencia que el cuerpo no sea capaz de eliminar el exceso de células y por tanto éstas se quedan en la superficie de la piel, generando la formación de placas rojas cubiertas de escamas blanquecinas. Se presentan en cualquier zona del cuerpo, siendo más frecuente en codos, rodillas y cuero cabelludo. También pueden afectar uñas y articulaciones. En el caso de las uñas estas pueden tornarse más rugosas, de color amarillento y presentar hoyuelos.
La psoriasis es una enfermedad genéticamente determinada, es decir, se hereda. Sin embargo, necesita que estímulos ambientales la gatillen o perpetúen, entre ellos está: Las infecciones, el estrés físico o psicológico y los traumas locales cutáneos. Cabe resaltar que la psoriasis no es una enfermedad contagiosa.
Tipos de Psoriasis
- Psoriasis en placas: Es la forma más común. Aparecen como placas rojizas de diferentes tamaños, que pueden presentarse en cualquier zona del cuerpo.
- Psoriasis en Gota: Afecta principalmente a los niños. Se caracteriza por pequeñas placas circulares, que semejan gotas. Se presenta generalmente tras infecciones bacterianas.
- Psoriasis Inversa: Las lesiones se presentan en áreas de pliegue (axilas, ingles, pliegue infra mamario, y genitales).
- Psoriasis Pustular: Es poco frecuente. Se caracteriza por la presencia de placas rojas con pústulas en su interior. Suelen ser dolorosas.
- Psoriasis Eritrodérmica: Se presenta como enrojecimiento del 90% de la superficie corporal.
La psoriasis es una enfermedad crónica que con un correcto tratamiento puede pasar desapercibida. Dependiendo de la extensión y localización de las lesiones, de la presencia de otras enfermedades acompañantes, de la edad del paciente y de los tratamientos previos utilizados es que se elige entre los siguientes tratamientos:
- Tratamientos tópicos: cremas, lociones, shampoo, etc
- Fototerapia: Terapias de luz ultravioleta
- Tratamientos sistémico: Uso de pastillas o jarabes
- Tratamientos biológicos: Para psoriasis severas y refractarias a todos los tratamientos antes mencionados. Están elaboradas a partir de células humanas o animales que actúan disminuyendo la respuesta exagerada del sistema inmune.
Se pueden combinar terapias o ir rotando en el tiempo para lograr un mejor control de la enfermedad. Los tratamientos deben ser monitoreados constantemente por el dermatólogo, ya que es posible que con el paso del tiempo tenga que variar o cambiar.
Consejos generales para mejorar la psoriasis:
– Mantener la piel bien hidratada. Uso diario de cremas y jabones hidratantes, así la enfermedad esté controlada.
– Evitar los traumatismos constates. Evitar los roces continuos (ropa ajustada), el rascado constante o las quemaduras solares o accidentales, ya que predisponen a la aparición de nuevas lesiones e intensifican las que ya están presentes.
– Cuidado con el peso. Se ha demostrado que existe una relación entre exceso de peso y psoriasis.
– Determinados medicamentos pueden agravarla o desencadenarla. Fármacos muy usuales pueden inducir, agravar o desencadenar una psoriasis, por lo que es importante que la enfermedad esté bien diagnosticada por un especialista y que este supervise las medicaciones que puedan ser incompatibles.
– Ojo con ciertos procesos infecciosos agudos. Los refriados, la gripe y las anginas pueden provocar o desencadenar un brote de psoriasis. Deben tratarse precoz y adecuadamente.